judges gavel with empty courtroom

Derechos legales: causas justificadas para no asistir a un juicio

En el ámbito legal, es fundamental conocer los derechos que nos asisten y las circunstancias en las que podemos justificar nuestra ausencia en un juicio. Ya sea por motivos de salud, compromisos laborales o personales, es importante saber cuándo y cómo podemos presentar una justificación válida.

Exploraremos las diferentes causas justificadas para no asistir a un juicio, así como los requisitos y procedimientos necesarios para presentar una solicitud de ausencia. Además, analizaremos las consecuencias de no justificar nuestra incomparecencia y las alternativas que podemos considerar.

Al leer este artículo, podrás familiarizarte con los derechos legales que tienes en caso de no poder asistir a un juicio y cómo ejercerlos de manera adecuada. Conocer las causas justificadas y los procedimientos necesarios te brindará la tranquilidad de saber cómo actuar en caso de encontrar dificultades para asistir a una cita legal. No te pierdas esta guía práctica que te ayudará a proteger tus derechos y evitar posibles consecuencias legales.

Qué son los derechos legales y cuál es su importancia en el sistema jurídico

Los derechos legales son un conjunto de normas y principios que garantizan el ejercicio de las libertades individuales y colectivas de las personas en el ámbito jurídico. Estos derechos son fundamentales para asegurar la justicia y la igualdad ante la ley, así como para proteger los intereses y la dignidad de cada individuo.

En el sistema jurídico, los derechos legales son la base fundamental sobre la cual se construye el ordenamiento legal de un país. Estos derechos están consagrados en la Constitución y en otras leyes específicas, y su cumplimiento es responsabilidad tanto de los ciudadanos como de las autoridades judiciales y legislativas.

La importancia de los derechos legales radica en que garantizan la protección de los derechos humanos, establecen los límites del poder estatal y aseguran la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Sin los derechos legales, el sistema jurídico se vería debilitado y no sería capaz de brindar justicia y protección a los individuos.

Es importante tener en cuenta que los derechos legales no son absolutos y pueden ser limitados en ciertas circunstancias. Estas limitaciones deben estar justificadas y ser proporcionales a un fin legítimo, como la protección de la seguridad pública o la salvaguarda de otros derechos fundamentales.

En el ámbito de los juicios, los derechos legales juegan un papel fundamental. Tanto el acusado como el demandante tienen derechos específicos que deben ser respetados durante todo el proceso judicial. Algunos de estos derechos incluyen el derecho a un juicio justo, el derecho a la presunción de inocencia, el derecho a la defensa y el derecho a no autoincriminarse.

En el caso de que una persona no pueda asistir a un juicio debido a causas justificadas, es importante conocer cuáles son sus derechos y cómo pueden ejercerlos para no ser perjudicados en el proceso legal.

¿Cuáles son algunas de las causas justificadas para no asistir a un juicio?

Existen diversas situaciones en las que una persona puede tener una causa justificada para no asistir a un juicio. Algunos ejemplos comunes incluyen:

  1. Enfermedad o incapacidad física: Si una persona se encuentra enferma o tiene una incapacidad física que le impide acudir al juicio, puede presentar un certificado médico que avale su situación. En estos casos, es importante informar a la corte con anticipación y presentar la documentación necesaria para que se tenga en cuenta la justificación.
  2. Imposibilidad de transporte: Si una persona se encuentra en una ubicación geográfica distante o no tiene acceso a medios de transporte adecuados para acudir al juicio, puede solicitar que se le brinden alternativas, como la posibilidad de declarar por videoconferencia o de ser trasladado por el estado.
  3. Emergencia personal: En casos de emergencias personales, como la hospitalización de un familiar cercano o un accidente grave, se puede solicitar la postergación del juicio o presentar una justificación para no asistir en ese momento. Es importante comunicarse con la corte y proporcionar la documentación necesaria para respaldar la emergencia.
  4. Conflictos de agenda: Si una persona tiene un conflicto de agenda que le impide acudir al juicio, como una importante reunión de trabajo o un compromiso previamente programado, puede solicitar una reprogramación del juicio. En estos casos, es necesario presentar pruebas que demuestren la imposibilidad de asistir en la fecha establecida.
  5. Presencia de un abogado: En algunos casos, la presencia física del acusado o del demandante no es necesaria si cuentan con representación legal. El abogado puede actuar en nombre de su cliente y asistir al juicio en su representación. Sin embargo, es importante comunicarse con la corte y asegurarse de que se acepte la participación del abogado en lugar del cliente.

Es fundamental tener en cuenta que cada caso es único y las causas justificadas pueden variar dependiendo de las circunstancias. En cualquier situación, es recomendable comunicarse con la corte y proporcionar la documentación necesaria para respaldar la justificación de no asistir al juicio.

Los derechos legales son fundamentales en el sistema jurídico y garantizan la protección de los derechos individuales. En el caso de los juicios, es importante conocer cuáles son las causas justificadas para no asistir, como la enfermedad, la incapacidad física, la imposibilidad de transporte, las emergencias personales, los conflictos de agenda y la presencia de un abogado. En estas situaciones, es necesario comunicarse con la corte y proporcionar la documentación necesaria para respaldar la justificación.

El derecho a no autoincriminarse: qué significa y cómo se aplica en un juicio

El derecho a no autoincriminarse es uno de los pilares fundamentales de cualquier sistema legal justo y equitativo. Este derecho, también conocido como el derecho a no declarar en contra de uno mismo, protege a los acusados de ser forzados a proporcionar pruebas o testimonios que puedan perjudicarlos en un juicio.

Este derecho se encuentra consagrado en numerosas constituciones y tratados internacionales, como la Quinta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos y el artículo 14.3.g del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas. Su objetivo principal es evitar que los acusados sean sometidos a presiones o coacciones para que se incriminen a sí mismos, garantizando así un proceso judicial justo y respetuoso de los derechos humanos.

En la práctica, el derecho a no autoincriminarse se materializa a través del principio de no obligación de declarar en contra de uno mismo. Esto significa que ningún acusado puede ser forzado a proporcionar pruebas o testimonios que lo incriminen directamente en un juicio. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este derecho no impide que se utilicen otras pruebas o testimonios obtenidos de manera legal en contra del acusado.

Un ejemplo práctico de la aplicación del derecho a no autoincriminarse es el derecho de un acusado a permanecer en silencio durante un interrogatorio policial o durante el juicio mismo. Esto significa que el acusado tiene la opción de no responder preguntas que puedan incriminarlo y que su silencio no puede ser utilizado en su contra como evidencia de culpabilidad.

Es importante que los acusados sean conscientes de sus derechos y de la importancia de ejercerlos adecuadamente. En este sentido, es recomendable contar con la asistencia de un abogado defensor que pueda guiar y proteger los intereses del acusado durante todo el proceso judicial.

Consejos prácticos para ejercer el derecho a no autoincriminarse:

  • Mantén la calma: Durante un interrogatorio o un juicio, es crucial mantener la calma y no dejarse llevar por las emociones. Esto te permitirá tomar decisiones más racionales y proteger tus derechos de manera efectiva.
  • Consulta con un abogado: Antes de prestar declaración o responder preguntas, es altamente recomendable consultar con un abogado defensor. Un abogado experto en derecho penal podrá asesorarte sobre la mejor forma de ejercer tu derecho a no autoincriminarte.
  • Lee detenidamente cualquier documento antes de firmarlo: En ocasiones, las autoridades pueden intentar obtener tu consentimiento para realizar una búsqueda o incautación de pruebas. Antes de firmar cualquier documento, asegúrate de leerlo atentamente y comprender su contenido. Si tienes dudas, consulta con tu abogado.
  • No te sientas presionado a declarar: Recuerda que tienes el derecho de permanecer en silencio. Si en algún momento te sientes presionado o incómodo durante un interrogatorio, puedes ejercer tu derecho a no responder preguntas que puedan incriminarte.

El derecho a no autoincriminarse es un derecho fundamental que protege a los acusados de ser obligados a proporcionar pruebas o testimonios que puedan perjudicarlos en un juicio. Ejercer este derecho de manera adecuada puede ser crucial para garantizar un proceso judicial justo y respetuoso de los derechos humanos. Es importante conocer y entender este derecho, así como contar con la asistencia de un abogado defensor para proteger tus intereses durante todo el proceso judicial.

La presunción de inocencia: base fundamental de los derechos legales en un juicio

En el sistema legal, todos los individuos tienen derechos legales que deben ser respetados durante un juicio. Uno de los principios fundamentales es la presunción de inocencia , que establece que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Este principio garantiza que los acusados ​​no sean tratados como culpables antes de que se haya presentado suficiente evidencia en su contra.

La presunción de inocencia es esencial para proteger los derechos de los acusados y garantizar un juicio justo. Permite que se les brinde a las personas la oportunidad de defenderse y presentar pruebas en su favor. Además, evita que se les estigmatice o se les impongan sanciones antes de que se haya demostrado su culpabilidad.

Es importante destacar que la presunción de inocencia no significa que los acusados ​​no deban comparecer ante el tribunal. Sin embargo, existen causas justificadas que pueden eximir a una persona de asistir a un juicio sin que esto perjudique sus derechos legales.

A continuación, se presentan algunas causas justificadas para no asistir a un juicio:

  1. Enfermedad o incapacidad: Si el acusado o una parte clave en el proceso se encuentra enfermo o incapacitado, puede presentar un certificado médico para justificar su ausencia. Es importante que la enfermedad o incapacidad sea debidamente documentada y que su gravedad impida la asistencia al juicio.
  2. Distancia geográfica: Si el acusado reside en otra jurisdicción o país y la distancia geográfica dificulta su asistencia al juicio, puede solicitar al tribunal que se le permita comparecer de forma remota a través de videoconferencia u otro medio tecnológico. Esto garantiza que el acusado tenga la oportunidad de participar en el proceso sin necesidad de desplazarse físicamente.
  3. Riesgo para la seguridad: Si existen amenazas o riesgos para la seguridad del acusado, el tribunal puede considerar que su presencia en el juicio puede poner en peligro su integridad física. En estos casos, se pueden tomar medidas especiales para proteger la seguridad del acusado, como permitir que testifique de forma anónima o en una ubicación segura.
  4. Imposibilidad material: Si el acusado se encuentra en una situación de imposibilidad material de asistir al juicio, como estar detenido en otro lugar o tener una obligación legal o profesional ineludible, puede presentar pruebas que respalden su situación y justifiquen su ausencia.

Es importante destacar que, aunque estas causas justificadas pueden eximir a una persona de asistir físicamente a un juicio, no eximen a la persona de su responsabilidad legal ni evitan que se realice el juicio. En estos casos, el tribunal tomará las medidas necesarias para garantizar un proceso justo y equitativo.

La presunción de inocencia es un derecho legal fundamental en un juicio. Sin embargo, existen causas justificadas que pueden eximir a una persona de asistir físicamente al juicio. Es importante que estas causas estén debidamente documentadas y respaldadas por pruebas para garantizar que se respeten los derechos legales de los acusados.

El derecho a la defensa: cómo se garantiza y cuáles son sus límites en un juicio

En todo proceso judicial, uno de los pilares fundamentales es el derecho a la defensa, el cual garantiza que todas las partes involucradas tengan la oportunidad de presentar sus argumentos y pruebas para proteger sus intereses y derechos. Sin embargo, este derecho no es absoluto y puede tener ciertos límites.

Es importante comprender que el derecho a la defensa no implica una obligación de asistir a todas las audiencias o juicios. Existen situaciones en las cuales una persona puede tener causas justificadas para no asistir a un juicio. A continuación, se presentan algunos ejemplos de estas causas y cómo se pueden manejar:

1. Enfermedad o incapacidad:

Si una de las partes o testigos clave en un juicio se encuentra enfermo o incapacitado, puede solicitar al tribunal un aplazamiento o la posibilidad de declarar por videoconferencia. Esto asegura que la persona tenga la oportunidad de participar en el proceso de manera adecuada y sin poner en riesgo su salud.

2. Imposibilidad física o geográfica:

En ocasiones, una parte puede encontrarse en una ubicación geográfica lejana o tener dificultades para desplazarse físicamente al lugar del juicio. En estos casos, se puede solicitar al tribunal que se realice el juicio en un lugar más accesible o que se permita la participación a través de medios tecnológicos, como videoconferencias.

3. Conflictos de agenda:

Es común que las personas tengan otros compromisos previamente agendados que les impidan asistir a un juicio. En estos casos, es recomendable comunicarse con el tribunal con anticipación para solicitar un cambio de fecha o buscar alternativas para no afectar el desarrollo del proceso.

4. Situaciones de fuerza mayor:

Eventos imprevistos e inevitables, como desastres naturales, accidentes graves o situaciones de emergencia, pueden impedir la asistencia a un juicio. En estos casos, es esencial informar al tribunal lo antes posible y presentar la documentación que respalde la situación de fuerza mayor.

5. Representación legal adecuada:

Si una persona cuenta con un abogado de confianza y debidamente autorizado, puede solicitar al tribunal que sea su representante en el juicio. Esto puede ser útil en situaciones en las cuales la presencia física del cliente no es necesaria y su abogado puede presentar los argumentos y pruebas en su nombre.

Es importante tener en cuenta que, si bien existen causas justificadas para no asistir a un juicio, es necesario comunicarse con el tribunal y presentar las solicitudes correspondientes de manera oportuna y adecuada. Ignorar una citación o no tomar las medidas necesarias puede resultar en sanciones o perjuicios para la persona involucrada.

El derecho a la defensa incluye la posibilidad de no asistir a un juicio en ciertas circunstancias justificadas. Es fundamental conocer las opciones disponibles y seguir los procedimientos establecidos para garantizar que dicho derecho se ejerza de manera efectiva y respetuosa.

El derecho a no ser juzgado dos veces por el mismo delito: concepto y su importancia en un juicio

El principio del non bis in idem es un derecho fundamental que garantiza que una persona no sea juzgada dos veces por el mismo delito. Este principio se encuentra consagrado en el artículo 14.7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el artículo 4 del Protocolo 7 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

La importancia de este principio radica en la protección de la seguridad jurídica y la integridad personal de los individuos. Permite evitar el riesgo de una doble persecución o castigo por el mismo hecho, lo cual sería contrario a los principios de justicia y equidad.

En un juicio, el non bis in idem se aplica cuando una persona ha sido juzgada y condenada por un delito, y posteriormente se le acusa nuevamente por el mismo hecho. En este caso, el acusado puede invocar este derecho como una defensa para evitar ser juzgado nuevamente.

Existen diversas situaciones en las que se puede aplicar este principio. Por ejemplo, si una persona es juzgada y condenada por un delito de robo, no puede ser juzgada nuevamente por el mismo delito si posteriormente se descubre nueva evidencia o se presentan nuevos testigos. Esto evita que el acusado sea sometido a un proceso penal repetitivo y desgastante.

Es importante destacar que el non bis in idem no impide que se realice una nueva investigación o que se presenten nuevas pruebas en un juicio posterior. Si se descubren elementos adicionales que demuestran la culpabilidad del acusado, este puede ser juzgado por otros delitos relacionados con el mismo hecho, siempre y cuando no se trate del mismo delito por el cual ya fue juzgado.

El derecho al non bis in idem es fundamental para preservar la justicia y proteger a los individuos de una doble persecución o castigo por el mismo delito. Garantiza la seguridad jurídica y la integridad personal de las personas, evitando que sean sometidas a procesos penales repetitivos e injustos. Es importante tener en cuenta este principio al momento de analizar los casos y tomar decisiones en el ámbito jurídico.

El derecho a un juicio justo y imparcial: qué implica y cómo se protege en el sistema jurídico

El derecho a un juicio justo y imparcial es uno de los pilares fundamentales del sistema jurídico. Garantiza que todas las personas tengan la oportunidad de presentar su caso ante un tribunal imparcial y recibir un trato justo y equitativo.

Este derecho está consagrado en numerosos instrumentos internacionales, como la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. También está protegido en la mayoría de las constituciones nacionales y en las leyes procesales de cada país.

La imparcialidad del tribunal es esencial para asegurar un juicio justo. Esto implica que el juez o jueces encargados de resolver el caso deben ser objetivos e imparciales, sin tener ningún interés personal o prejuicio que pueda influir en su decisión.

Para garantizar la imparcialidad, existen mecanismos de selección de jueces que buscan evitar cualquier tipo de favoritismo o discriminación. Estos mecanismos incluyen la designación por concurso o examen, la rotación de jueces y la prohibición de interferencias externas en el proceso judicial.

Además de la imparcialidad, el derecho a un juicio justo implica otros elementos esenciales, como el derecho a ser oído, el derecho a la presunción de inocencia, el derecho a la defensa y el derecho a un recurso efectivo. Estos derechos aseguran que todas las partes involucradas en un proceso judicial tengan las mismas oportunidades y garantías procesales.

Es importante destacar que el derecho a un juicio justo no solo se aplica a los acusados en un proceso penal, sino también a todas las personas que se ven involucradas en un litigio civil o administrativo. Esto incluye a demandantes, testigos, peritos y cualquier otra persona que participe en el proceso.

En la práctica, el respeto al derecho a un juicio justo puede variar en diferentes jurisdicciones y casos específicos. Sin embargo, es responsabilidad de las autoridades judiciales y de los abogados garantizar que se cumplan todas las garantías procesales y que se respeten los derechos de todas las partes involucradas.

El derecho a un juicio justo y imparcial es fundamental en cualquier sistema jurídico. Protege los derechos de todas las personas involucradas en un proceso judicial y garantiza que se tomen decisiones basadas en la imparcialidad y la equidad. Es responsabilidad de todos los actores del sistema legal trabajar juntos para asegurar que este derecho se respete en todo momento.

El derecho a la asistencia legal gratuita: quiénes pueden acceder y cómo se solicita en un juicio

El derecho a la asistencia legal gratuita es un derecho fundamental que garantiza el acceso a la justicia para todas las personas, independientemente de su situación económica. Este derecho se basa en el principio de igualdad ante la ley y está consagrado en numerosas legislaciones nacionales e internacionales.

Para acceder a la asistencia legal gratuita, es necesario cumplir con ciertos requisitos establecidos por la ley. Estos requisitos pueden variar en cada país, pero generalmente se tienen en cuenta factores como los ingresos económicos, el patrimonio, la situación laboral y familiar, entre otros.

Una vez que se determina que una persona cumple con los requisitos para acceder a la asistencia legal gratuita, es necesario solicitarla formalmente. Esto se realiza a través de un proceso administrativo, en el cual se debe presentar una solicitud ante el organismo competente en cada jurisdicción.

Es importante destacar que la asistencia legal gratuita no implica que el abogado o la abogada asignada trabajen de forma gratuita, sino que los honorarios profesionales son cubiertos por el Estado o por organismos de asistencia jurídica. Esto garantiza que todas las personas puedan tener acceso a una defensa adecuada y no se vean limitadas por cuestiones económicas.

La asistencia legal gratuita es especialmente relevante en los juicios, ya que permite que las personas que no pueden costear un abogado privado tengan acceso a una defensa legal adecuada. Esto contribuye a asegurar un proceso justo y equitativo, donde todas las partes puedan ejercer su derecho a la defensa.

Para ilustrar los beneficios de la asistencia legal gratuita en un juicio, podemos mencionar el caso de una persona acusada de un delito y que no puede costear un abogado privado. Si esta persona no tuviera acceso a la asistencia legal gratuita, se vería en clara desventaja frente a la parte acusadora, que sí cuenta con un abogado. Esto podría afectar el desarrollo del juicio y comprometer el derecho a la defensa de la persona acusada.

Además, la asistencia legal gratuita no solo se limita a la representación durante el juicio, sino que también incluye la asesoría legal previa, la elaboración de estrategias de defensa y la participación en todas las etapas del proceso penal. Esto garantiza que la persona tenga un acompañamiento integral y pueda tomar decisiones informadas en cada etapa del juicio.

Es importante tener en cuenta que la asistencia legal gratuita no está limitada únicamente a los casos penales, sino que también puede aplicarse en otras áreas del derecho, como el derecho de familia, el derecho laboral o el derecho administrativo. En cada jurisdicción, se establecen los criterios y procedimientos específicos para acceder a esta asistencia en cada una de estas áreas.

El derecho a la asistencia legal gratuita es fundamental para garantizar el acceso a la justicia de todas las personas, sin importar su situación económica. Este derecho permite que las personas que no pueden costear un abogado privado tengan acceso a una defensa adecuada, especialmente en los juicios. Solicitar la asistencia legal gratuita es un proceso administrativo que varía en cada jurisdicción, y una vez que se accede a ella, se garantiza la representación legal en todas las etapas del proceso.

El derecho a no ser sometido a torturas ni tratos inhumanos o degradantes: su importancia en el respeto a los derechos humanos en un juicio

El derecho a no ser sometido a torturas ni tratos inhumanos o degradantes es uno de los pilares fundamentales en la protección de los derechos humanos en un juicio. Este derecho, reconocido tanto a nivel nacional como internacional, garantiza que ninguna persona sea sometida a situaciones que pongan en peligro su integridad física o psicológica durante el proceso judicial.

En el ámbito legal, esta protección se encuentra respaldada por diversos instrumentos internacionales, tales como la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. A nivel nacional, la mayoría de los países cuentan con leyes que prohíben expresamente la tortura y los tratos inhumanos o degradantes.

Es importante destacar que este derecho no solo se aplica a los acusados en un juicio, sino también a todas las personas involucradas en el proceso judicial, incluyendo testigos, víctimas y personal de seguridad y custodia. Además, se extiende a todas las etapas del juicio, desde la detención inicial hasta la ejecución de la sentencia.

En la práctica, esto significa que cualquier acto que implique violencia física, intimidación, humillación, amenazas o cualquier forma de trato cruel o degradante está estrictamente prohibido. Los jueces, fiscales, abogados y demás actores del sistema de justicia tienen la responsabilidad de garantizar el respeto a este derecho y de tomar medidas para prevenir y sancionar cualquier violación.

Un ejemplo concreto de la aplicación de este derecho es el caso de un acusado que, durante su detención, es sometido a golpes y malos tratos por parte de las autoridades policiales con el fin de obtener una confesión. En este caso, el acusado tiene el derecho de denunciar estos actos y de que se realice una investigación imparcial. Si se determina que efectivamente se violó su derecho a no ser sometido a torturas o tratos inhumanos o degradantes, las pruebas obtenidas de manera ilegal pueden ser excluidas del proceso judicial.

Es importante tener en cuenta que este derecho no es absoluto y puede ser limitado en ciertas circunstancias. Por ejemplo, se pueden aplicar restricciones razonables en el uso de la fuerza por parte de las autoridades para mantener el orden y la seguridad en un juicio. Sin embargo, estas limitaciones deben ser proporcionales y no pueden exceder lo estrictamente necesario.

El derecho a no ser sometido a torturas ni tratos inhumanos o degradantes es esencial para garantizar el respeto a los derechos humanos en un juicio. Su aplicación efectiva contribuye a la construcción de un sistema de justicia justo y equitativo, donde se proteja la dignidad y la integridad de todas las personas involucradas en el proceso judicial.

Preguntas frecuentes

1. ¿Qué se considera una causa justificada para no asistir a un juicio?

Una causa justificada puede ser una enfermedad grave, un accidente, la muerte de un familiar cercano o la imposibilidad de desplazarse debido a circunstancias excepcionales.

2. ¿Qué debo hacer si tengo una causa justificada para no asistir al juicio?

Debes informar de inmediato a tu abogado y presentar la documentación necesaria que respalde tu situación, como certificados médicos o documentos legales.

3. ¿Qué sucede si no puedo asistir al juicio y no tengo una causa justificada?

Si no tienes una causa justificada, es importante comunicarlo a tu abogado y al tribunal lo antes posible. Podrían tomarse medidas en tu contra, como una multa o una orden de arresto.

4. ¿Puedo solicitar un aplazamiento del juicio si tengo una causa justificada?

Sí, en la mayoría de los casos puedes solicitar un aplazamiento del juicio presentando la documentación que respalde tu situación. El tribunal evaluará tu solicitud y decidirá si concederte el aplazamiento.

5. ¿Qué pasa si no puedo asistir al juicio por motivos laborales?

Si tienes una razón laboral válida para no poder asistir al juicio, debes comunicarlo a tu abogado y al tribunal. Es posible que se realicen ajustes en la fecha del juicio para acomodar tu situación.

derechos legales causas justificadas para no asistir a un juicio

Publicaciones Similares