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Cómo se elegían los líderes en la Antigua Roma: descubre el fascinante proceso de elección

La Antigua Roma fue una sociedad altamente organizada y su sistema de gobierno era uno de los más avanzados de la época. Uno de los aspectos más interesantes de este sistema era la forma en que se elegían los líderes, ya que difería significativamente de los sistemas democráticos modernos. Exploraremos el fascinante proceso de elección de líderes en la Antigua Roma, desde los comicios hasta la elección de los magistrados.

En primer lugar, analizaremos los comicios, que eran las asambleas populares en las que los ciudadanos romanos tenían la oportunidad de votar. Estos comicios se dividían en diferentes tipos, dependiendo del rango y los derechos de los ciudadanos. Veremos cómo se llevaban a cabo los comicios y cómo se tomaban las decisiones en estas asambleas democráticas.

Finalmente, descubriremos el beneficio de conocer el proceso de elección de líderes en la Antigua Roma. Comprender cómo se seleccionaban los líderes en esta antigua civilización nos permitirá apreciar la evolución de los sistemas de gobierno y compararlos con los sistemas actuales. Además, nos ayudará a entender mejor las raíces de la democracia y cómo se han desarrollado a lo largo de la historia.

El sistema político en la Antigua Roma: una breve introducción

En la Antigua Roma, el sistema político se basaba en la República, que era una forma de gobierno en la que el poder era ejercido por los ciudadanos a través de sus representantes. A diferencia de los sistemas monárquicos, en Roma no existía un líder hereditario, sino que los líderes eran elegidos por el pueblo.

El proceso de elección de los líderes romanos era complejo y fascinante. A continuación, te explicaré los principales métodos utilizados en la Antigua Roma para elegir a sus gobernantes.

1. Los cónsules

Uno de los cargos más importantes en la Antigua Roma era el de cónsul. Los cónsules eran los máximos magistrados de la República y ejercían el poder ejecutivo. Eran elegidos anualmente y debían ser ciudadanos romanos de origen patricio.

El proceso de elección de los cónsules comenzaba con la nominación de los candidatos. Cada candidato debía presentar su candidatura ante el Senado y obtener el apoyo de un número suficiente de senadores para ser considerado. A continuación, se llevaba a cabo una votación en la Asamblea Popular, donde los ciudadanos romanos tenían la oportunidad de elegir a los cónsules.

Es importante destacar que, aunque los cónsules eran los líderes más poderosos de la República, su mandato era limitado a un año. Esto aseguraba la rotación en el poder y evitaba la concentración de poder en manos de una sola persona.

2. Los tribunos de la plebe

Los tribunos de la plebe eran los representantes de la clase plebeya en la República Romana. Su función principal era la defensa de los derechos e intereses de la plebe frente a los patricios.

Al igual que los cónsules, los tribunos de la plebe eran elegidos anualmente. Sin embargo, a diferencia de los cónsules, no necesitaban ser de origen patricio y su elección se realizaba a través de la Asamblea de la Plebe, que era una asamblea exclusiva de los plebeyos.

Los tribunos de la plebe tenían un poder enorme y podían vetar las decisiones del Senado y de los cónsules. Además, tenían la facultad de convocar a la Asamblea de la Plebe y proponer leyes en beneficio de la plebe.

3. Los censores

Los censores eran magistrados encargados de realizar el censo de la población romana y de supervisar la moralidad pública. Aunque su función principal no era gobernar, los censores tenían un poder considerable y su elección era muy importante.

Los censores eran elegidos cada cinco años a través de la Asamblea de los Centurias, que era una asamblea en la que participaban todos los ciudadanos romanos. Los candidatos debían ser ciudadanos romanos de origen patricio y debían haber ocupado anteriormente algún cargo público.

Una vez elegidos, los censores tenían la facultad de asignar las clases sociales, determinar los impuestos y realizar la supervisión de la moralidad pública.

En la Antigua Roma, los líderes eran elegidos por el pueblo a través de diferentes métodos. Los cónsules, los tribunos de la plebe y los censores eran los principales cargos políticos de la República y su elección se realizaba a través de la Asamblea Popular, la Asamblea de la Plebe y la Asamblea de los Centurias, respectivamente.

Este sistema de elección aseguraba la participación de los ciudadanos en el gobierno y evitaba la concentración de poder en manos de unos pocos. Además, la limitación de mandato de los líderes garantizaba la rotación en el poder y la renovación de ideas y propuestas.

El proceso de elección de los líderes en la Antigua Roma era un ejemplo de democracia directa, en el que los ciudadanos tenían la oportunidad de participar activamente en la toma de decisiones políticas.

Los diferentes tipos de líderes en la Antigua Roma: magistrados, cónsules y dictadores

En la Antigua Roma, la elección de líderes era un proceso fascinante que reflejaba la complejidad y la innovación del sistema político romano. En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de líderes en la Antigua Roma y cómo eran elegidos: los magistrados, los cónsules y los dictadores.

Magistrados

Los magistrados eran los funcionarios públicos más importantes de la República Romana. Eran elegidos anualmente y tenían la responsabilidad de administrar la justicia, mantener el orden público y supervisar la gestión de los asuntos civiles y religiosos. Los magistrados tenían poderes ejecutivos, legislativos y judiciales.

Los magistrados eran elegidos a través de una asamblea popular conocida como la Comitia Centuriata. Esta asamblea estaba compuesta por ciudadanos romanos y se dividía en centurias, que representaban diferentes sectores de la sociedad romana. Cada centuria tenía un voto y los magistrados eran elegidos por mayoría de votos.

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Por ejemplo, el cargo de cónsul, uno de los magistrados más importantes, era elegido por la Comitia Centuriata. Había dos cónsules que se alternaban en el ejercicio del poder cada año. Los cónsules tenían amplios poderes y eran responsables de liderar el ejército, presidir el Senado y tomar decisiones políticas clave.

Cónsules

Los cónsules eran los magistrados más altos y poderosos de la República Romana. Eran elegidos anualmente y tenían el control supremo del gobierno y del ejército. Los cónsules eran responsables de tomar decisiones políticas importantes, liderar el ejército en tiempos de guerra y presidir el Senado.

La elección de los cónsules se llevaba a cabo a través de la Comitia Centuriata. Los candidatos eran propuestos por el Senado y luego sometidos a votación por parte de la asamblea popular. Los dos candidatos con mayor número de votos se convertían en cónsules.

Ejemplo:

Un ejemplo famoso de elección de cónsules en la Antigua Roma es la elección de Julio César y Pompeyo en el año 59 a.C. Ambos eran líderes militares y políticos influyentes, y su elección como cónsules marcó el comienzo de una alianza que cambiaría el curso de la historia romana.

Dictadores

En tiempos de crisis o emergencia, los romanos tenían la opción de nombrar a un dictador para ejercer el poder absoluto temporalmente. Los dictadores eran elegidos por el Senado y tenían poderes ilimitados para tomar decisiones y liderar el ejército.

La elección de un dictador se llevaba a cabo a través de un proceso especial. El Senado proponía a un candidato y luego la asamblea popular, representada por la Comitia Curiata, votaba para aprobar o rechazar la propuesta. Si la propuesta era aprobada, el candidato se convertía en dictador por un período limitado de tiempo.

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Un ejemplo destacado de un dictador en la Antigua Roma es Cincinato, quien fue elegido dictador en el año 458 a.C. durante una crisis militar. Cincinato lideró al ejército romano hacia la victoria y luego renunció voluntariamente a su poder, demostrando su compromiso con la República y la limitación del poder dictatorial.

La elección de líderes en la Antigua Roma era un proceso complejo y fascinante que reflejaba los valores y la estructura política de la República Romana. Los magistrados, los cónsules y los dictadores eran elegidos a través de asambleas populares y el Senado, y tenían diferentes roles y responsabilidades en el gobierno y en la sociedad romana. Esta estructura política permitía la participación ciudadana y la alternancia en el ejercicio del poder, lo que contribuía a la estabilidad y la prosperidad de la República.

El proceso de elección de los cónsules en la Antigua Roma: la importancia del Senado y los comitia

En la Antigua Roma, el proceso de elección de los cónsules era un acontecimiento crucial en la vida política de la ciudad. La elección de los cónsules se llevaba a cabo a través del Senado y los comitia, dos instituciones fundamentales en el sistema político romano.

El Senado desempeñaba un papel central en la elección de los cónsules. Este era un cuerpo colegiado compuesto por miembros de la élite aristocrática romana, conocidos como senadores. Los senadores eran seleccionados por el cargo vitalicio de senador o por haber ocupado ciertos cargos políticos importantes. El Senado tenía la facultad de proponer a los candidatos a cónsul, los cuales debían cumplir con ciertos requisitos, como haber desempeñado previamente el cargo de pretor.

Una vez propuestos los candidatos por el Senado, la elección de los cónsules se llevaba a cabo en los comitia, asambleas populares donde participaban los ciudadanos romanos. Existían diferentes tipos de comitia, pero los más relevantes para la elección de los cónsules eran los comitia centuriata y los comitia tributa.

Los comitia centuriata eran una asamblea militar, en la cual los ciudadanos romanos se agrupaban en centurias según su riqueza y estatus social. Cada centuria tenía un voto y la elección de los cónsules se decidía por mayoría de votos. Sin embargo, debido a la forma en que estaban estructuradas las centurias, las clases más altas tenían un mayor peso en la elección.

Por otro lado, los comitia tributa eran una asamblea civil, en la cual los ciudadanos romanos se agrupaban en tribus según su lugar de residencia. Cada tribu tenía un voto y la elección de los cónsules también se decidía por mayoría de votos.

Los comitia eran un espacio de debate y deliberación política, donde los ciudadanos podían expresar su opinión y ejercer su derecho al voto. Sin embargo, no todos los ciudadanos romanos tenían el derecho de participar en los comitia. Solo los hombres libres y ciudadanos romanos mayores de edad tenían derecho a voto, excluyendo a las mujeres, esclavos y extranjeros.

El proceso de elección de los cónsules en la Antigua Roma tenía una gran importancia política y social. Los cónsules eran los máximos magistrados de la República Romana y tenían amplios poderes ejecutivos y legislativos. Elegir a los cónsules era una responsabilidad ciudadana y una oportunidad para influir en el rumbo político de la ciudad.

El proceso de elección de los cónsules en la Antigua Roma era un proceso complejo que involucraba tanto al Senado como a los comitia. El papel del Senado era proponer a los candidatos, mientras que los comitia eran las asambleas populares encargadas de tomar la decisión final. Esta forma de elección permitía la participación ciudadana, aunque estaba limitada a ciertos grupos de la sociedad romana. El proceso de elección de los cónsules era un reflejo de la estructura social y política de la Antigua Roma, donde la aristocracia tenía un papel destacado en la toma de decisiones.

La elección de los dictadores en la Antigua Roma: un poder temporal y excepcional

En la Antigua Roma, la elección de los dictadores era un proceso único y fascinante. A diferencia de otros líderes, los dictadores eran designados para ejercer un poder temporal y excepcional en momentos de crisis o emergencia.

El cargo de dictador se estableció en la Constitución de la República Romana como una medida para lidiar con situaciones extraordinarias. Su nombramiento era una decisión que recaía en los cónsules, quienes tenían la autoridad para designar a un ciudadano destacado como dictador.

El dictador ejercía un mando absoluto y su palabra era ley durante su mandato. Sin embargo, su poder estaba limitado a un período máximo de seis meses. Una vez que se resolvía la crisis o emergencia, el dictador renunciaba voluntariamente y retornaba el poder a los cónsules.

Un ejemplo destacado de la elección de un dictador en la Antigua Roma fue el caso de Lucio Quincio Cincinato. En el año 458 a.C., Roma enfrentaba una amenaza militar por parte de los volscos y los ecuos. Ante esta situación, los cónsules decidieron nombrar a Cincinato como dictador.

Cincinato era un granjero retirado que vivía fuera de la ciudad. Fue encontrado arando su campo cuando un mensajero llegó para notificarle su nombramiento como dictador. Aceptó el cargo y en tan solo 16 días logró derrotar a los enemigos de Roma y restaurar la paz en la región.

Este ejemplo ilustra la eficacia del sistema de elección de los dictadores en tiempos de crisis. Al designar a un líder excepcional como Cincinato, Roma pudo superar una situación adversa y restablecer la estabilidad en un corto período de tiempo.

Beneficios y puntos clave de la elección de los dictadores en la Antigua Roma

  • Poder de acción rápida: La designación de un dictador permitía una respuesta inmediata ante situaciones de emergencia, evitando la burocracia y las demoras propias de la toma de decisiones en el sistema político romano.
  • Concentración de poder: Al otorgar poder absoluto al dictador, se evitaban las disputas y divisiones internas que podían surgir en momentos críticos. Esto permitía la toma de decisiones rápidas y efectivas para enfrentar la crisis.
  • Liderazgo destacado: La elección de un líder excepcional como dictador garantizaba que se contara con una persona capaz de manejar la situación de manera efectiva. Esto se evidenció en casos como el de Cincinato, donde su liderazgo logró resolver la crisis en poco tiempo.
  • Restricción temporal: El límite de seis meses para el mandato del dictador aseguraba que su poder no se prolongara indefinidamente. Esto evitaba posibles abusos de poder y garantizaba la continuidad del sistema republicano de gobierno en Roma.

La elección de los dictadores en la Antigua Roma fue un proceso único y fascinante que permitía una respuesta rápida y eficaz ante situaciones de crisis. A través de la designación de líderes destacados, como el caso de Cincinato, se lograba superar las adversidades y restaurar la estabilidad en la República Romana.

La importancia del cursus honorum en la carrera política romana: requisitos y etapas

En la Antigua Roma, el cursus honorum era el sistema mediante el cual los ciudadanos podían ascender en la carrera política y acceder a los cargos más altos de gobierno. Este sistema establecía una serie de requisitos y etapas que los individuos debían cumplir para poder ser elegidos como líderes de la República Romana.

El primer requisito para participar en el cursus honorum era pertenecer a la clase social de los patricios. Esta clase aristocrática tenía privilegios y derechos políticos exclusivos, lo que limitaba la participación de los plebeyos en la vida política. Sin embargo, a lo largo del tiempo, esta distinción se fue diluyendo y los plebeyos también tuvieron la oportunidad de ocupar cargos políticos de importancia.

Una vez cumplido el requisito de pertenecer a la clase patricia, los individuos debían seguir una serie de etapas en el cursus honorum. La primera etapa era el servicio militar obligatorio, donde los jóvenes romanos debían servir en el ejército durante un período determinado. Este servicio militar les permitía adquirir experiencia y demostrar su lealtad hacia Roma.

Después del servicio militar, los individuos podían acceder al cargo de questor, que era el primer escalón en la carrera política romana. Los questores eran responsables de la gestión financiera y administrativa de la República, y debían trabajar bajo la supervisión de un magistrado superior.

Una vez cumplido el cargo de questor, los individuos podían aspirar a ser elegidos como ediles. Los ediles eran responsables de la organización de eventos públicos y del mantenimiento de la ciudad. Tenían la tarea de garantizar el bienestar de los ciudadanos y la seguridad en las calles.

Después del cargo de edil, los individuos podían aspirar al cargo de pretor. Los pretores eran los encargados de administrar justicia y de actuar como jueces en los tribunales. Tenían la responsabilidad de hacer cumplir las leyes y velar por la seguridad jurídica de la República.

Finalmente, aquellos que habían cumplido todos los requisitos anteriores podían aspirar al cargo más alto de la República Romana: el consulado. Los cónsules eran los líderes supremos de Roma y se encargaban de gobernar la ciudad y dirigir las fuerzas militares en tiempos de guerra.

El cursus honorum era un sistema riguroso que garantizaba que los líderes políticos de la Antigua Roma tuvieran la experiencia necesaria y demostraran su lealtad hacia la República. Además, este sistema permitía una rotación en el poder y evitaba que una sola persona acumulara demasiado poder político.

El cursus honorum era fundamental en la carrera política romana y establecía una serie de requisitos y etapas que los individuos debían cumplir para poder ser elegidos como líderes de la República Romana. Este sistema garantizaba la experiencia y la lealtad de los líderes, así como una rotación en el poder para evitar la acumulación excesiva de poder político.

Las influencias y presiones en la elección de los líderes en la Antigua Roma: el poder de los patricios y la plebe

En la Antigua Roma, el proceso de elección de los líderes estaba influenciado por diversas fuerzas y presiones políticas. El sistema romano se caracterizaba por una división social entre los patricios, que eran la aristocracia y detentaban el poder político y económico, y la plebe, que era la clase trabajadora y carecía de estos privilegios.

El poder de los patricios se reflejaba en la elección de los líderes, ya que ellos tenían un mayor acceso a los cargos políticos y podían influir en las decisiones clave. Por otro lado, la plebe buscaba tener una mayor representación y participación en la elección de los líderes para poder defender sus intereses y demandas.

En este contexto, surgieron diferentes mecanismos y procesos de elección que reflejaban estas tensiones y luchas de poder. Uno de los más importantes era el sistema de elección de los cónsules, que eran los máximos magistrados de la República Romana. Los cónsules eran elegidos anualmente y representaban el poder ejecutivo.

La elección de los cónsules se llevaba a cabo a través de un proceso llamado «comitia centuriata», que era una asamblea de ciudadanos romanos organizada en centurias según su rango social y militar. En este proceso, los patricios tenían una mayor influencia debido a su posición privilegiada en la sociedad, ya que las centurias estaban organizadas de tal manera que los patricios tenían una representación desproporcionadamente alta.

Esta desigualdad en la representación generaba tensiones entre los patricios y la plebe, que buscaba una mayor participación en la elección de los líderes. Como resultado, se estableció la figura del «tribuno de la plebe«, un cargo político creado específicamente para representar los intereses de la clase trabajadora y protegerla de posibles abusos de los patricios.

El tribuno de la plebe tenía el poder de veto sobre las decisiones de los cónsules y otras asambleas políticas, lo que le daba un contrapeso al poder de los patricios. Además, se estableció la «lex Hortensia«, una ley que establecía que las decisiones de la asamblea de la plebeconcilium plebis«) tenían la misma validez que las decisiones de las asambleas de los patricios.

Estas medidas, aunque limitadas, permitieron una mayor participación de la plebe en la elección de los líderes y contribuyeron a equilibrar el poder entre los diferentes grupos sociales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la influencia de los patricios seguía siendo predominante y que el sistema político romano estaba lejos de ser una democracia en el sentido moderno.

El proceso de elección de los líderes en la Antigua Roma estaba marcado por las influencias y presiones de los patricios y la plebe. Aunque existían mecanismos para permitir una mayor participación de la plebe, el poder político seguía en manos de la aristocracia. Este sistema político refleja las tensiones y desigualdades sociales de la época y nos permite comprender cómo se desarrollaba la política en la Antigua Roma.

El papel del voto y la participación ciudadana en las elecciones de la Antigua Roma

En la Antigua Roma, la elección de líderes era un proceso fascinante que involucraba el papel crucial del voto y la participación ciudadana. A diferencia de los sistemas modernos, donde las elecciones son llevadas a cabo por representantes del pueblo, en la Antigua Roma, los ciudadanos tenían un rol activo en la elección de sus líderes.

El voto era una parte fundamental de este proceso y se llevaba a cabo de manera presencial. Los ciudadanos tenían la oportunidad de expresar su preferencia en las asambleas populares, conocidas como comitia. Estas asambleas se dividían en diferentes categorías, dependiendo de la clase social a la que perteneciera el ciudadano. Por ejemplo, los comitia curiata estaban reservados para los patricios, mientras que los comitia centuriata incluían a todos los ciudadanos, independientemente de su estatus social.

Los ciudadanos emitían su voto de manera pública, lo que significaba que sus preferencias quedaban registradas y eran conocidas por todos los presentes. Este enfoque transparente permitía a los ciudadanos expresar su voluntad de manera directa y, al mismo tiempo, fomentaba la responsabilidad y la rendición de cuentas de los líderes electos. Además, el papel activo de los ciudadanos en el proceso de elección contribuía a fortalecer el sentido de comunidad y participación cívica en la Antigua Roma.

Un ejemplo concreto de este proceso de elección es la elección de los magistrados. Los magistrados eran funcionarios públicos que desempeñaban diversas funciones en la administración del Estado romano. Su elección se llevaba a cabo en los comitia centuriata. Los ciudadanos votaban por candidatos que consideraban aptos para ocupar estos cargos, y aquellos que obtenían la mayoría de votos eran elegidos como magistrados.

Otro caso de uso relevante es la elección de los cónsules, que eran los máximos magistrados en la Antigua Roma. Los cónsules eran elegidos anualmente y su elección también se realizaba en los comitia centuriata. Este proceso permitía a los ciudadanos seleccionar a los líderes que consideraban más capaces de gobernar y representar sus intereses.

El papel del voto y la participación ciudadana en las elecciones de la Antigua Roma era fundamental. Los ciudadanos tenían la oportunidad de expresar su voluntad de manera directa y transparente, lo que fortalecía la responsabilidad y la rendición de cuentas de los líderes electos. Este proceso de elección permitía a los ciudadanos seleccionar a los magistrados y cónsules que consideraban más aptos para gobernar y representar sus intereses. La participación activa de los ciudadanos en la elección de líderes contribuía a fortalecer el sentido de comunidad y participación cívica en la Antigua Roma.

Las consecuencias y legado del sistema de elección de líderes en la Antigua Roma: una influencia en la democracia moderna

El sistema de elección de líderes en la Antigua Roma es considerado uno de los pilares fundamentales de la democracia moderna. A través de un proceso meticuloso y participativo, los romanos lograron establecer un sistema que permitía la elección de sus gobernantes de manera justa y equitativa.

Uno de los aspectos más destacados de este sistema era la elección de los cónsules, los magistrados más altos de la República Romana. Estos eran elegidos anualmente por los ciudadanos romanos a través de un proceso conocido como «las comicios centuriados«.

En las comicios centuriados, los ciudadanos romanos se agrupaban en centurias según su riqueza y posición social. Cada centuria tenía derecho a un voto, y la elección se llevaba a cabo en base a una mayoría de votos. Este sistema permitía que los ciudadanos más influyentes tuvieran un mayor peso en la elección de los cónsules, pero también daba la oportunidad a los ciudadanos de menor estatus de participar en el proceso de elección.

La elección de los cónsules era de vital importancia para la República Romana, ya que estos gobernantes tenían la responsabilidad de liderar el ejército, promulgar leyes y representar al pueblo romano. El sistema de elección de los cónsules permitía una rotación anual en el poder y evitaba la concentración de poder en manos de un solo individuo.

Este sistema de elección de líderes en la Antigua Roma tuvo un impacto duradero en la democracia moderna. La idea de la participación ciudadana en la elección de gobernantes ha sido adoptada por numerosas naciones alrededor del mundo. Además, el concepto de rotación en el poder y la limitación de mandatos ha sido implementado en muchas democracias contemporáneas.

Es importante destacar que, si bien el sistema de elección de líderes en la Antigua Roma sentó las bases para la democracia moderna, también presentaba algunas limitaciones. Por ejemplo, solo los ciudadanos varones y libres tenían derecho a participar en la elección de líderes, excluyendo a las mujeres, los esclavos y otros grupos sociales.

El sistema de elección de líderes en la Antigua Roma fue un proceso fascinante que sentó las bases para la democracia moderna. A través de las comicios centuriados, los romanos lograron establecer un sistema participativo que permitía la elección de los cónsules. Este sistema ha dejado un legado duradero en la democracia actual, promoviendo la participación ciudadana y la rotación en el poder. A pesar de sus limitaciones, el sistema romano representa un hito importante en la historia de la democracia.

Preguntas frecuentes

¿Cómo se elegían los líderes en la Antigua Roma?

Los líderes en la Antigua Roma eran elegidos a través de distintos procesos, como el voto de los ciudadanos, nombramientos por parte del Senado o designaciones hereditarias.

¿Quiénes podían participar en las elecciones en la Antigua Roma?

En general, solo los ciudadanos romanos varones mayores de edad tenían derecho a participar en las elecciones en la Antigua Roma.

¿Cuál era el rol del Senado en el proceso de elección de líderes?

El Senado romano tenía un papel importante en la elección de líderes, ya que podía designar candidatos y también tenía influencia en la toma de decisiones.

¿Qué es un cónsul en la Antigua Roma?

En la Antigua Roma, el cónsul era uno de los dos líderes máximos del Estado, elegidos anualmente y encargados de la administración y el gobierno.

¿Cuál era la duración del mandato de un cónsul en la Antigua Roma?

El mandato de un cónsul en la Antigua Roma era de un año, y no se podía ser reelegido inmediatamente después de cumplir el cargo.

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